domingo, 4 de mayo de 2014

Reflexiones...

Hola Crazy`s!!! Volví y hoy quiero compartirles varias reflexiones que me encontré en una pagina de facebook que pueden ver aqui, todas tienes un algo especial y totalmente cierto: una gran lección, espero que las disfruten. 

ES MEJOR DAR QUE RECIBIR....

Un estudiante universitario salió un día a dar un paseo con un profesor, a quien los alumnos consideraban su amigo debido a su bondad para quienes seguían sus instrucciones. Mientras caminaban, vieron en el camino un par de zapatos viejos y supusieron que pertenecían a un anciano que trabajaba en el campo de al lado y que estaba por terminar sus labores diarias. El alumno dijo al maestro: "Hagámosle una broma; escondamos los zapatos y ocultémonos detrás de esos arbustos para ver su cara cuando no los encuentre".

Mi querido amigo - le dijo el profesor - nunca tenemos que divertirnos a expensas de los pobres. Tú eres rico y puedes darle una alegría a este hombre. Coloca una moneda en cada zapato y luego nos ocultaremos para ver cómo reacciona cuando las encuentre. Eso hizo y ambos se ocultaron entre los arbustos cercanos. El hombre pobre, terminó sus tareas, y cruzó el terreno en busca de sus zapatos y su abrigo. Al ponerse el abrigo deslizó el pie en el zapato, pero al sentir algo adentro, se agachó para ver qué era y encontró la moneda. Pasmado, se preguntó qué podía haber pasado. Miró la moneda, le dio vuelta y la volvió a mirar. Luego miró a su alrededor, para todos lados, pero no se veía a nadie. La guardó en el bolsillo y se puso el otro zapato; su sorpresa fue doble al encontrar la otra moneda. Sus sentimientos lo sobrecogieron; cayó de rodillas y levantó la vista al cielo pronunciando un ferviente agradecimiento en voz alta, hablando de su esposa enferma y sin ayuda y de sus hijos que no tenían pan y que debido a una mano desconocida no morirían de hambre. El estudiante quedó profundamente afectado y se le llenaron los ojos de lágrimas. Ahora, dijo el profesor ¿no estás más complacido que si le hubieras hecho una broma?

El joven respondió: "Usted me ha enseñado una lección que jamás olvidaré. Ahora entiendo algo que antes no entendía: es mejor dar que recibir".

ALGUIEN QUE LO COMPRENDA...

Un día un niño con una gran sonrisa le dijo a un señor:
― Señor, quiero comprarle uno de sus cachorritos.
El granjero le respondió:
― Estos cachorritos son de raza, y cuestan mucho dinero- le dijo el granjero.
― He conseguido treinta y nueve centavos, ¿es esto suficiente?, le dijo el niño preocupado de que el dinero no le alcanzara para comprar su perrito.
― Seguro, le dijo el granjero, comenzando a silbar y a gritar: ―"Dolly, ven aquí". Dolly salió corriendo de su casita y bajó la rampa seguida de cuatro pequeñas bolas de piel.
Los ojos del niño danzaban de alegría. Entonces de la casita salió, a hurtadillas, otra pequeña bola, ésta era notablemente más pequeña. Se deslizó por la rampa y comenzó a renguear en un infructuoso intento por alcanzar al resto. El niño apretó su carita contra la cerca y gritó con fuerzas:
― ¡Yo quiero a ése!, señalando al más pequeño. Pero el granjero le dijo: ―"Hijo, tú no quieres a este cachorrito. Él nunca podrá correr y jugar contigo de la forma en que tú quisieras”. Al oír eso, el niño bajó la mano y lentamente se subió el pantalón en una de sus piernas. Le mostró una prótesis de doble abrazadero de acero a ambos lados de su pierna, que iba hasta un zapato especial. Mirando al granjero, le dijo: ― “Como usted verá, señor, yo tampoco corro tan bien que digamos, y él necesitará a alguien que lo comprenda”.

CADA QUIEN RECIBE SU MERECIDO...

Un día en un avión, recién iniciado el vuelo, una "señora" oprime insistentemente el timbre para llamar a la aeromoza. 
La azafata preocupada se dirige a la señora...
― ¿Cuál es el problema, señora? ― pregunta la azafata.
― ¿Es que no lo ve? ― responde la dama muy alterada―. Me colocaron junto a un sucio indígena. No soporto estar al lado de unos de estos seres repugnantes. ¿No tiene otro asiento?
― Por favor, cálmese. Casi todos los asientos están ocupados... Pero voy a ver si hay algún lugar disponible, le dijo la azafata. 
La azafata se aleja y vuelve unos minutos más tarde. Tranquilamente se dirige a la señora y le dice:
― Señora, como lo pensé, no hay ningún lugar disponible en la clase económica. He hablado con el Comandante y me acaba de confirmar que ya no hay más asientos disponibles en la clase económica. Antes de que la alterada dama pudiera hacer algún comentario, la azafata le dijo:
― Sin embargo, es muy inusual permitir a una persona de la clase económica sentarse en primera clase. Pero dadas las circunstancias, el Comandante encuentra escandaloso obligar a alguien tan decente a sentarse junto a una persona tan repugnante. 
En ese momento todos los pasajeros que se encontraban alrededor observaban la escena indignados. Entonces, la azafata se dirigió al indígena y le dijo: 
― Si el señor lo desea, tome su equipaje de mano, y ocupe el asiento disponible en primera clase, su asiento lo espera. 
Los pasajeros ―quienes miraban la escena sorprendidos― se levantaron y aplaudieron.

¿Qué harías tú en una situación como esta?