Helena....
Han pasado cinco días desde que comí en casa de Cristian y también desde que lo vi. Hoy es domingo y se supone que mañana comenzare a cuidar a Emily, pero no creo tener el valor de presentarme al día siguiente en su casa.
Ni siquiera puedo comenzar a pensar que en rayos se supone voy a hacer una vez que lo tenga frente a mi; voy a morir de vergüenza, eso seguro, no voy a poder mirarlo a la cara nunca más...
En ese momento mis pensamientos son interrumpidos por el sonido del timbre y me dirijo a abrir la puerta, seguramente es uno de los tantos tipos que siempre aparecen para ver a Camile.
-¡¡¡Helena!!!!- grita Sierra y me salta encima en cuanto tiene la oportunidad.
-¿Qué haces aquí?-le pregunto sorprendida, abrazándola muy fuerte; ha llegado justo en el momento adecuado.
-Quise darte una sorpresa, acabo de llegar y necesitaba verte. Ademas no podía esperar para darte lo que te he traído-me dice dándome una pequeña caja azul con un lazo plateado.
-No tenias porque hacer esto-le digo tomándola.
-No, no tenia; pero sabes que me gusta hacerlo. Así que tienes que aprender a dejar de decirme eso cada vez que te compro algo, simplemente acéptalo y cállate.
-Esta bien-le contesto y salimos a sentarnos al columpio del porche.
Una vez ahí, abro con cuidado la caja y me encuentro con una hermosa pulsera: una sencilla cadena con un dije en forma de H colgando de ella.
-Es tan hermosa, me encanta. Muchas gracias-le digo y vuelvo a abrazarla.
-Sabia que te gustaría, por eso en cuanto lo vi, tuve que comprarla para ti. Ademas de que con el tiempo puedes irle agregando más dijes, con cosas que te gustaría recordar cada vez que la observes.
-La amo....Gracias, enserio eres la mejor.
-Lo se-me responde muy seria y entonces ambas comenzamos a reír y siento que lo ultimo del estrés que me quedaba desaparece.
-Y cuéntame, ¿cómo te fue en el resto de tus vacaciones? ¿Y cuando vas a presentarme a ese nuevo cuñado mio?
-Genial, Helena, todo fue genial-me dice y una mirada soñadora aparece en su rostro.-¿Sabes? Ya hasta nuestras familias se conocieron mientras todavía estábamos por allá y por primera vez a mi papá parece caerle bien uno de mis novios. Ademas de que es extremadamente lindo conmigo, tan caballeroso, tan tierno... Y si, puede que no sea perfecto, pero es todo lo que me hacia falta.
-Me alegro mucho por ti-le digo y trato que la tristeza que se ha apoderado de mi, no se note en mi voz.
-Lo siento, yo no quería...-me dice disculpándose, me conoce mejor de lo que siempre pienso.
-No te preocupes, sabes como me pongo con estas cosas, no debes hacerme caso-le digo restandole importancia al asunto.
-Helena, tienes que dejar de hacerte esto, tienes que dejar de estar tan encerrada solo en ti misma. Necesi...
-Sierra por favor no quiero hablar de esto de nuevo, hoy no por favor, solo...no tengo la fuerza.
-Esta bien no voy a insistir-me dice dándose por vencida y justo en ese momento veo como un auto se estaciona fuera de la casa de Cristian y yo entro en pánico.
-Sierra por favor no dejes que me vea-le digo y escondo mi rostro en su hombro sintiendo que ya esta en llamas.
-¿Qué te vea quien?
-Cristian, mi nuevo vecino-le digo sin levantar la vista.
-¡Ahhhh! ¿Ese chico del que me hablaste?-me pregunta emocionada tratando de ponerse de pie.-¿Quiero conocerlo?
-Ahora no-le digo y la jalo para que quede sentada de nuevo.-Por favor dime que no es él y que no esta mirando para acá.
-Vale, que si ese es tu vecino voy a creer que estas demasiado ciega.
-¿Qué?-le pregunto y me atrevo a mirar hacia el coche. Por suerte solo es la señora Dana y aun estoy salvada.
-¿Helena? ¿Eres tú?-me pregunta comenzando a caminar hacia nosotras.
-Hola señora Dana, ¿cómo esta?- le pregunto poniéndome de pie y caminando hacia ella también.
-Perfectamente linda, solo quería saber si aun vas a poder comenzar a cuidar de Emily mañana.
-Mire señora yo...
-Por supuesto que podrá, de hecho acaba de decirme que esta muy emocionada por ello-interviene Sierra mientras la señora Dana nos mira extrañada.
-Ella tiene razón; por cierto es mi mejor amiga Sierra y Sierra ella es mi nueva vecina y jefa, la señora Dana Evans.
-Bueno, pues un gusto en conocerte-le dice a Sierra y le estrecha la mano. -Y Helena...
-¿Si?
-Me alegra que no hayas cambiado de opinión-me dice dándome una mirada extraña.
-Si, a mi también-le respondo y trato de no pensar demasiado en ello.
-Entonces nos vemos por la mañana. Hasta luego.
-Hasta luego señora. Un gusto conocerla-se despide efusivamente Sierra mientras yo solo la miro marcharse y entrar a su casa.
-Esta bien. ¿Quieres explicarme que rayos estabas a punto de hacer hace 30 segundos?-me exige Sierra, llevándome a rastras de nuevo al columpio.
-Nada.
-Helena, Helena, Helena; ¿olvidas que te conozco mejor que ni a mi misma? ¿Por qué ibas a renunciar?
-Porque voy a morir de vergüenza en cuanto tenga a Cristian frente de mi.
-¿Qué hiciste ahora?
-Nada, yo no hice nada. El problema es que el martes por la mañana fui a leer al parque y me encontré a Cristian ahí. Emily estaba con él, así que de algún modo termine leyendo mientras el dibujaba, pero entonces se hizo tarde y Emily se durmió en mis brazos, así que él recogió todo para volver y jamas recordé que se quedo con mi libro hasta después de haberte colgado el teléfono.
-¿Y cuál es el problema en eso?
-Que mi separador de páginas es un trozo de la lista-le digo y escucho como Sierra contiene el aliento.
-¿De esa lista que me tomo prácticamente toda la vida para que me dejaras leerla?
-De esa.
-Bueno Helena, no es el fin del mundo. Puedes inventarle cualquier cosa y ya esta-me dice descartando el asunto.
-¿Tu crees?-le pregunto escéptica.
-Por supuesto. Dios, Helena, cada día te vuelves más dramática. No puedo creer que solo fueras a renunciar por eso.
-Es que Sierra, si lo conocieras. Siento que puede ver todo el camino a través de mi, es como si....como si...ni siquiera puedo comenzar a explicártelo.
-Te entiendo y ese chico ya me cae mejor que antes. Quizás fue demasiado bueno que leyera la lista después de todo.
-¿A qué te refieres con eso?-le pregunto desconfiando del tono que tiene su voz, pero justo en ese momento su teléfono suena y tiene que marcharse.
***
Mi alarma suena demasiado pronto para mi gusto, ayer me quede dormida hasta tarde pensando en lo que dijo Sierra y en lo que iba a hacer una vez que tuviera frente mio a Cristian. No solo no quería verlo por lo de la lista, sino también por todo lo que me hacia sentir cada vez que estaba cerca de él...
Que es... como si una manada de elefantes asustados entrara en mi estomago y luego esta esa electricidad que me invade cada vez que me toca, pero lo peor de todo es su mirada, esa que me da siempre que me ve y que parece ser capaz de notar hasta lo más profundo de mi alma y que es lo que más me preocupaba de todo, que lo fuera capaz de ver.
Que es... como si una manada de elefantes asustados entrara en mi estomago y luego esta esa electricidad que me invade cada vez que me toca, pero lo peor de todo es su mirada, esa que me da siempre que me ve y que parece ser capaz de notar hasta lo más profundo de mi alma y que es lo que más me preocupaba de todo, que lo fuera capaz de ver.
Mi alarma suena de nuevo y finalmente me pongo de pie y comienzo a vestirme; haga lo que haga no hay manera en la que pueda evitar encontrarme con él de nuevo y ahora ya es demasiado tarde como para echarme para atrás en eso de cuidar a Emily, así que bien podría ir asumiendo que no hay manera de zafarme de esto y enfrentarme de una vez a la situación.
Cuando bajo a la cocina me encuentro con toda mi familia ya reunida ahí, mamá esta como siempre preparando el desayuno mientras que papá lee el periódico y Camile revisa sus múltiples redes sociales.
-Buenos días Fea durmiente, hace tiempo que no te veía a estas horas-me dice Camile en cuanto se percata de mi presencia.
-Camile, ¿cuántas veces te he dicho que no le hables así a tu hermana?-la reprende mi mamá, lanzandole una mirada furiosa a mi papá que ni siquiera se había molestado en levantar la vista de su periódico.
-No te preocupes mamá, esta bien.-le digo cuando la veo que esta por comenzar a reclamarle a papá. Me mira y niego con la cabeza, no necesito otro drama en este momento.
-¿Vas a desayunar?-me pregunta entonces, rindiendo y girándose a seguir sirviendo el desayuno.
-Helena si sabes que existe algo llamado corrector, ¿no? Es eso que evita que te veas como un mapache por las mañanas-dice Camile justo cuando estoy por decirle a mamá que si quiero comer algo.
-¿Sabes qué mamá? No desayunare, no tengo hambre. Mejor me voy, ya deben estar esperando por mi-le digo en lugar de responder al comentario de Camile.
-Esta bien, nos vemos más tarde-me dice y yo le lanzo una ultima mirada a mi padre antes de salir de la casa.
Media hora, media hora es lo que falta para que tenga que estar en casa de Cristian; pero el nudo en mi garganta es demasiado grande para seguir en esa cocina soportando ser ignorada e insultada; así que me dirijo hacia allá y me siento en su porche para calmarme y finalmente poder tocar su puerta.
Pero a los cinco minutos escucho como la puerta se abre bruscamente y me giro para toparme con Cristian que carga una gran bolsa negra, parece enojado pero en cuanto nuestros ojos se encuentran sus facciones se suavizan y el enojo es sustituido por la sorpresa y la preocupación.
-¿Helena? ¿Qué haces aquí? Esta helando-me pregunta mientras me apresuro a ponerme de pie.
-Solo esperaba a que fuera tiempo de entrar.
-Debiste de haber llamado-me dice mientras me pasa las manos por los brazos y ajusta mi ligero suéter a mi alrededor después de ver como tiemblo un poco.
-Y...yo.. no quería molestar-le respondo sintiendo esos escalofríos que provoca en mi cada vez que me toca.
-Bueno eso ya no importa, espérame aquí ¿si? Ahora regreso-me pide y se apresura a llevar la bolsa que traía consigo al contenedor basura, entonces regresa y duda un poco antes de pasar su brazo por mi hombros para acercarme un poco a él; en el momento me tenso, no estoy acostumbrada a este tipo de proximidad con un chico, pero estoy demasiado sorprendida como para apartarme.
-¿Mamá? Helena ya esta aquí-dice Cristian en cuanto cierra la puerta detrás nosotros. Como de costumbre ella sale de la cocina, solo que esta vez va muy bien vestida y esta colocándose unos pendientes.
-Helena que bueno que ya estés aquí-dice mirándonos y es entonces que Cristian se aparta de mi. Lo que me deja sintiendo más frió del que tenia afuera, ademas de un extraño sentimiento de vació.
-La encontré sentada allá fuera-le dice Cristian dirigiéndose a la cocina.
-Pero cariño, ¿qué hacías fuera con este frió?-me pregunta y se acerca para pasar su brazo por mi hombro mientras me dirige a la cocina.
-Yo no quería molestarlos.
-No eres una molestia linda, eres todo lo contrario-me dice la señora Dana y me da un apretón cariñoso.
-No todos piensan eso-susurro y me aparto de ella para saludar a Emily.
-¿No es muy temprano para que estés ya despierta pequeña?-le pregunto mientras la cargo.
-Por desgracia ella es del tipo madrugadora-me dice la mamá mientras yo me giro para mirar a Cristian que ha permanecido callado.
-¿Dormiste bien anoche?-me pregunta de repente mirándome con detenimiento.
-¿Por que lo preguntas?-le digo esquivando su pregunta y su mirada.
-Porque pareces cansada y tienes unas grandes ojeras bajo tus ojos-me responde mientras se acerca a servirse una taza de café.
-En realidad no, pero eso no importa-le digo mientras me aseguro de Emily no se haga daño mientras juega con mi cabello.
-Si importa, tal vez deberías de regresar a descansar, yo podría saltarme algunas clases hoy-me dice sorprendiéndome cuando se acerca para entregarme la taza de café que había servido hace un momento llevándose a Emily de mis brazos.
-Eso no es necesario, pero gracias por el ofrecimiento-le respondo y miro la taza en mis manos.
-¿Te gusta verdad?-me pregunta cuando se da cuenta que miro fijamente la taza de café.
-No mucho en realidad, solo soy capaz de tomarlo con leche y mucha azúcar.
-Entonces acércate Helena y siéntete libre de tomar lo que gustes-me dice la señora Dana que hasta ese momento había estado observándonos en silencio.
-¿Has desayunado?-me pregunta Cristian cuando regresa a Emily al porta bebe y se acerca a nosotras.
-No.
-Bueno pues deberías comer algo con nosotros aun tenemos unos buenos quince minutos-me dice mientras pone a tostar algo de pan.
-No es necesario yo no quiero ser una moles...
-Helena, si vuelves a repetir eso entonces si estaré muy molesta-me interrumpe la señora Dana.
-Lo siento no era mi intención-le digo y siento como me sonrojo, soy un desastre frente a esta familia.
-No te lo tomes muy enserio, mamá esta medio bromeando; solo si, no le menciones de nuevo algo relacionado con la palabra molestar, ¿de acuerdo?
-Esta bien-le respondo y los sigo a la mesa, en donde tenemos un tranquilo desayuno hasta que se hace tarde y la señora Dana y Cristian comienzan a correr por toda la casa alistando sus cosas para poder marcharse.
-Me voy Emily, se buena con Helena ¿de acuerdo?-dice la señora Dana inclinándose a besar a su hija antes de darme un beso en la frente y salir corriendo a su coche.
-Vaya con cuidado-le digo aun aturdida por su muestra de afecto.
-Helena, ¿estás segura de que no necesitas que me quede por un rato para que puedas descansar un poco?-me pregunta Cristian cuando nos quedamos solos.
-No, enserio no es necesario-le respondo sorprendida por su preocupación y su insistencia.-Estas hablando con una chica que es capaz de quedarse despierta hasta tarde todos los días leyendo algo, voy a estar bien.
-De acuerdo-me dice sonando no muy convencido.
-¿Y cómo llegas a escuela?-le pregunto para cambiar de tema y alejar la atención de mi.
-Bueno tengo un coche, pero en este momento esta siendo reparado, así que uno de mis amigos vendrá a recogerme hasta que este listo. Tal vez cuando eso pase podamos ir a dar una vuelta en el.
Esto ultimo me toma totalmente por sorpresa y siento como me pongo roja de nuevo, no se que responder y por suerte en ese momento suena una bocina en el exterior que me salva de hacer comentarios.
-Bueno me tengo que ir ya-dice luciendo un poco incomodo también.-Recuerda que mamá llegara alrededor de las tres si no se le presenta alguna otra cosa.
-De acuerdo, que te vaya bien.
-Gracias por cuidar de ella.-me dice mientras la bocina vuelve a sonar y se apresura a inclinarse a besar la frente de su hermana.
-No hay de que-respondo y lo observo marcharse.
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Hola Chic@s!!!! Espero que estén de maravilla y sobre todo que hayan disfrutado de este nuevo capitulo, espero que les haya agradado infinitamente.
Recuerden contarme que tal les parecen los múltiples misterios de Helena. Como que esconde muchas cosas ¿no?
Y también contarme que piensan del nuevo cover de Fix You....
En fin gracias por leer, los adoro.....Besos<3
¡Hola! Acabamos de descubrir tu blog y te seguimos desde ahora. Ojalá que también te guste nuestro espacio :D
ResponderEliminar¡Un abrazo grande de parte de los tres!